La introducción de la terapia de presión negativa para heridas ha mejorado el tratamiento de zonas abiertas en el abdomen de múltiples maneras. Lamentablemente, el tratamiento de fístulas internas sigue suponiendo un grave problema. La succión, aplicada a través de una esponja en la superficie de la herida, suele provocar un aumento del tamaño de la fístula o la eventración de la mucosa. Además, las heces viscosas pueden obstruir la esponja separándola de la superficie de la herida. La succión deja de ser suficiente y puede provocar la contaminación e infección de la herida.
Por este motivo desarrollamos cuatro nuevos tipos de adaptadores para fístulas para tratar fístulas enteroatmosféricas en colaboración con los doctores del Hospital Universitario de Magdeburgo.